¿Recordáis lo que aquí escribimos sobre las razonables dudas acerca de la muerte de Michael Berg? Pues bien leemos en Prnoticias lo siguiente:
Cada cámara de vídeo deja una huella, una firma particular, como una huella del dedo o estrías en la bala del cañón de una pistola, al igual que en cada CD grabado hay una firma del programa y del equipo que lo grabó.
Estas huellas están analizadas por el ordenador y no son visibles al ojo humano. Los expertos consultados de Kodak han concluido que una de las dos cámaras que se han utilizado en el vídeo de la decapitación de Nicholas Berg también ha sido utilizada para grabar a los soldados americanos abusando de los prisioneros iraquíes.
Cada cual que saque sus propias conclusiones.