Esta bitácora se siente desnuda sin los contenidos acumulados durante más de ocho años en la red. De momento descansan, por avatares migratorios, en una memoria flash a la espera de tener tiempo y pericia para devolverle los recuerdos a este exocerebro de mi yo cyborg (que es mi yo completo, vaya).
Los últimos meses -esos en los que hemos reconquistado la calle y nos hemos dado cuenta de cuántas ganas nos teníamos- los he vivido por primera vez en mucho tiempo sin un blog donde contarme (aunque hay quien me ha visto transitando otras plazas), he querido, conscientemente, escribir off line algunos pensamientos alborotados sobre el 15M que espero ofrecer en los próximos meses en el formato que sea pero para leer de corrido. Tendréis noticias.
Pero es hora de volver a los blogs, era inevitable, para movernos nos basta con twitter, pero para movernos con sentido necesitamos blogs. Al menos yo.