1.Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Y el de la tierra, más tangible, a mantel puesto se lo reparten ministros del Señor y comerciantes del templo.
2.Bienaventurados los mansos porque ellos poseerán en herencia la tierra. Y a fe (y por fe) que todos asintiendo mansamente con un piso en Torrevieja.
3.Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Hablamos de pelotas, de llorones, de mamones…
4.Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Con talonario, ideario y escapulario adecuados.
5.Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Misericordia: “Atributo de Dios, en cuya virtud perdona los pecados y miserias de sus criaturas”. Muchos demócratas de toda la vida, asesinos de estado, y Judas varios han recalado de nuevo en el seno del Padre.
6.Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Aunque el Señor y el estado lavan más blanco que Gescartera
7.Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Y los que no hijos de…
8.Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos. Y tontos de nosotros en pie de lucha, o rabieta de bar, contra la injusticia por entrar en el reino celestial en vez de en el Infierno, que es como Las Vegas, y jugarse un mus con el marqués de Sade y el Che.
Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.
Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en los cielos.
Bienaventurados no somos, por lo visto, los injuriados y perseguidos aparte de su causa a diario.