Elia Kazan.

Ha muerto Elia Kazanjoglous, vulgo Kazan el dramaturgo, escritor, director de cine, vendedor de alfombras y delator de sus amigos del Partido Comunista durante el periodo McCarthista. Descubrió a la bestia apellidada Brandon, al silbido rubio que respondía por Jeans Dean, mató a disgustos con sus declaraciones ante la maldita comisión a Jonh Garfield, el portentoso actor de “El cartero siempre llama dos veces”…

America, America, Viva Zapata. Al este del Edén, Un tranvía llamado deseo, La ley del silencio (apología de la delación y obra maestra), Esplendor en la hierba…A un hombre no se le puede exigir ser un héroe, pero tampoco se puede justificar la villanía. Una persona que es o al menos ha sido un villano puede ser un genio, eso está claro leyendo su currículo, como está claro viendo las imágenes esculpidas por Riefenstahl, o leyendo los versos de Quevedo. En mi opinión se puede separar a la persona de la obra, y disfrutar de cuando la belleza (entendida como quiera entenderse) se materializa ahí delante, aunque su autor se vuelva humano al bajarse del escenario, como cantaba Enrique Urquijo.

Madrid.

Para algunas gentes es un deporte nacional el odio al madrileño. Yo vivo aquí y a fe que en algunas ocasiones lo comprendo, no pocas veces también me apetece escupir el Madrid de las banderas gigantes, el de los negocios y la gomina, el Madrid de señoritos en confesión y el del engreimiento del “de Madrid al cielo”. Sin embargo ese no es el único Madrid que conozco y hay otras muchas ciudades en esta en las que si me siento a gusto (y que son tan Madrid como las otras). Hablo de los “Madriles” de la gente del pueblo (será que aquí no hay barrios obreros a lo mejor…), de los peleones de Tirso de Molina, de los chavales del parque de mi barrio que empiezan a escuchar los grupos que yo escuché hace mucho, de la ciudad que sigue riendo por las noches(cada vez nos dejan menos nuestros mayores y políticos)…

Una ciudad la forman sus gentes y en una con tantos millones de habitantes caben muchas ciudades, sólo hay que saber buscarlas, y no quedarse en la tramoya de la Castellana un día de partido. La identidad construida a base de cruce de caminos es tan enriquecedora como la que más, una cultura en continuo movimiento es una cultura viva, y que nadie entienda esto como un ataque al resto de identidades, que aunque esto venga de un madrileño no tiene ninguna vocación de preeminencia.

Edward Said.

Me levanto, tarde y mal, con un catarro terrible y me topo con la noticia de la muerte de Edward Said. Joder, yo pensaba que no era tan mayor, 67 años según he averiguado al poco. Que jodida la trinchera del cáncer (leucemia en su caso, que enveneno su noble sangre). Se nos lleva un poquillo más de la esperanza de una situación de encuentro en Palestina, se aleja aún más el fin del genocidio (y después de que se acabe este, el fin de las pedradas palestinas). Guardemos un instante de grito rabioso, y después otro por cada víctima de los dóberman de Sharon. Descanse en paz.

Postmodernismo antiterrorista.

Hace ya años que el postmodernismo se puso de moda, situando bajo duda los dictados absolutos de la razón, y parece que ahora, nuestro presi Aznar se apunta al carro. Ha sostenido en una cumbre internacional contra el terrorismo que no hay que analizar las causas de los actos terroristas sino sólo los efectos. Nunca han importado las relaciones causa-efecto y los recovecos originarios de los procesos para la administración Aznar, sólo la grandilocuencia escénica y la mano dura policial. Aznar se pasa por los cojones, de la mano de su hermano mayor de Norteamérica, la motivación de causas universalmente reconocidas como justas (pongamos como ejemplo la guerra de independencia de Estados Unidos) y todo el pensamiento político, incluso el de cariz liberal sobre el derecho de los pueblos a luchar contra un gobierno tiránico. Comprendo perfectamente que él tiene en la memoria la lucha antifranquista como algo ilegítimo, fruto de un puñado de alborotadores barbudos. No lo dudo ni un instante, ni se me ocurriría preguntarme sobre su opinión acerca de la causa palestina, pero entonces ¿qué pasa con la Revolución Francesa?

Sangrados.

El precio de la vivienda triplica al de los salarios en los últimos quince años y es cinco veces más alto desde 1.998. España es el país de la UE en que más se ha encarecido la vivienda y sin embargo es en el que más se construye: esto no parece muy acorde con las reglas de la competencia .Tenía razón ayer Ramoncín cuando decía en Telemadrid que no había que preocuparse de lo caro que estuviera un CD sino el pan o la vivienda ¡será cabrón! El cultureta paniagüado este no dejará nunca de sorprendernos. Los precios suben para equipararse a los de nuestros vecinos europeos, pero no nuestros sueldos, como tampoco nuestros porcentajes sobre el PIB en educación, sanidad, vivienda, investigación… En definitiva, como decía un amigo: “con la boca llena de pelos, el culo ensangrentado y cincuenta céntimos en la mano diciendo: me han engañado…”

«Todos los moritos son lo mismo».

Esa es la sensación que produce nuestra ignorancia occidental del mundo árabe, eso es lo que parecen decir todos los actos de nuestros gobernantes, sus acusaciones de ser “amigos de Bin Laden” a cualquier célula antisistema de cualquier país, etnia o facción religiosa del mundo árabe; sin ir más lejos a eso huelen las acusaciones a un grupo de personas “con elementos para fabricar napalm casero”(¡como el 100 % de los hogares!) e incluso a eso rezuma la reciente acusación al periodista de AL Jazira Taysir Alony.

Nuestro engreimiento de Primer Mundo intocable nos impide ver más allá de nuestras narices y trascender de un simplismo ridículo. Para más inri esto en manos de personas de mala fe resulta peligrosamente canallesco ¿o no tiene nada que ver esto con las críticas (en España algo más que insuficientes) a los gobiernos del “eje del bien”? Garzón es un funcionario agradecido.

Historia de una escalera.

He estado esta tarde-noche viendo “historia de una escalera” en el María Guerrero. Me ha encantado. El reparto está muy bien, equilibrado, la puesta en escena soberbia, con cada detalle muy trabajado, y la obra…la obra es sencillamente genial. Es un texto aparentemente localista, madrileñísimo como Olga Ramos, pero totalmente universal: los hechos que se retratan podrían suceder en cualquier rellano del mundo. Uno asiste desde el patio de butacas al drama de clase sin expectativas, a las frustraciones machacadas por el tiempo y al pesimismo cíclico de nuestro destino.

Pese a semejante dramón parece que uno no tendría más remedio que salir a la calle con las comisuras de los labios flácidos y la mirada adherida al asfalto, sin embargo esta noche quiero transmitir una sensación de optimismo, de alegría por haber visto una magnífica representación, porque hace una magnífica noche ( mejor por la compañía) y porque no nos queda más remedio ante lo jodido de nuestro destino que aprender a cultivar el humor y disfrutar de las cosas sencillas. Ni la visión de la bandera de Colón me ha podido joder hoy la noche: venceremos.

11 de Septiembre.

Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.

Yo vendré del desierto calcinante
y saldré de los bosques y los lagos
y evocaré en un cerro de Santiago
a mis hermanos que murieron antes.

Yo unido al que hizo mucho y poco
al que quiere la patria liberada
dispararé de las primeras balas
más temprano que tarde sin reposo
retornarán los libros las canciones
que quemaron las manos asesinas
renacerá mi pueblo de su ruina
y pagarán su culpa los traidores.

Un niño jugará en una alameda
y cantará con sus amigos nuevos
y ese canto será el canto del suelo
a una vida segada en La Moneda.

Yo pisaré las calles nuevamente
de lo que fue Santiago ensangrentada
y en una hermosa plaza liberada
me detendré a llorar por los ausentes.

Pablo Milanés

Tabaco.

Van a poner imágenes de enfermos de cáncer en las cajetillas de tabaco. Hacen el camino contrario: primero han incluido las esquelas y ahora el sufrimiento de aquellas gentes de cuyo fallecimiento dieron buena cuenta(hasta para eso cobran impuestos, y de lujo).¿Para cuando cartelones en los coches? ¿Y en las fábricas?¿Y en los petit suises?¿Y en los pelillos de los plátanos?(aseguran que son cancerígenos)¿Y en el careto desgradable de algún vecino que no saluda en la escalera?¿Y en el careto aún más desagradable de ciertos políticos que nos joden la vida y de los que no pienso decir el nombre?¿Y…?

Macarras.

Últimamente he observado que todos los chavales en un rango de entre, pongamos, catorce y dieciocho años son unos macarras. Es fácil fijarse en los ratillos del Metro (uno es de natural cotilla), en los grupitos de chicos y chicas hablando a voz en grito, con actitudes gregarias, bravucones gestos miméticos, horteradas de anillos y peinados muy “bakalas”.

Nada de esto es nuevo pero se ha generalizado mucho en los últimos años ¿Se trata nada más que de una moda?¿Tiene algo que ver con la extensión de la superficialidad?¿Con el “tuning” social que vivimos?¿Expectativas?¿Valores?¿Deseducación? Complicado…

P.D: Me acabo de leer y el fragmento me ha parecido terriblemente “regeneracionista”.Nunca he creido en pasados idílicos ni en grandes valores perdidos en el tiempo, sólo contrasto un hecho e invito a buscar las causas. Porque macarras hay un rato.