Recopilación de titulares.

Teníamos olvidado lo de la recopilación de titulares de medios informativos. Os diría que como muestra un botón pero la cosa viene completa como para la chaqueta(no la de los diputados del PP):

-Bossi recomienda usar cañones contra la inmigración clandestina
El ministro italiano provoca un escándalo monumental y se ve obligado a desmentir al periódico milanés «Corriere della Sera»(El Mundo).

-Vuelven las imágenes de «nuestros soldados» en acción en Irak
Las tropas de EEUU prosiguen su ofensiva contra la resistencia pero otros cuatro de sus militares caen heridos (El Mundo).

-Piden al Rey Juan Carlos que medie en la liberación de Ali Lmrabet (El Mundo)

-El registro electrónico indica que Bravo estuvo 151 minutos en Génova
Aunque Romero de Tejada sostiene, apoyándose en el reloj del vídeo de seguridad, que el promotor inmobiliario sólo permaneció 29 minutos – El secretario general del PP de Madrid asegura que lo recibió junto a dos concejales de Sevilla la Nueva para «hacerle un favor» (EL Mundo)

-Río de Janeiro intenta sacar de las calles a miles de niños mendigos
Más de 1.100 policías y 500 cámaras vigilarán el barrio turístico de Copacabana (El País).

-EL CONSTRUCTOR QUE AMPARÓ A TAMAYO ESTÁ AFILIADO AL PP
Según ha podido saber la Cadena SER, Francisco Bravo, participó en una campaña del PP de afiliación masiva de militantes en Villaviciosa de Odón. Romero de Tejada, secretario General del PP en Madrid, desoyó las denuncias internas de irregularidades y autorizó la operación.(Cadena SER)

-El PP se querellará contra Simancas por vincularle con sus dos tránsfugas
Los populares califican de «invención» la trama que denuncia el PSOE (EL País)

-Las golosinas del sur.“fuentes del sector apuntan que los nombres que están apareciendo son simples “cabezas de turco” y que detrás de lo ocurrido en Madrid se esconde una trama mucho más compleja que tiene su origen en la suspensión judicial de la Ley del Suelo de Madrid, elaborada por el PP”(La Vanguardia)

– El cuartel de Simancas (Texto completo)
La batalla por el cuartel del título fue una riña de párvulos si la comparamos con los tariscos y navajazos habidos en el seno del PSOE en ese engendro geopolítico de laboratorio, producto artificial donde los haya, llamado «Comunidad Autónoma de Madrid». ¿Ven cómo es cierto que padecemos el síndrome de Estocolmo? Más allá de la anécdota, ¿de qué nos sorprendemos? Mientras no comprendamos y asimilemos que, en este marco, son inevitables la corrupción, la prevaricación, la felonía y la traición, que son vicios inherentes a la partitocracia y que, ante la ausencia de democracia directa, lo mismo da votar a Juana que a su hermana, no avanzaremos. Esperanza Aguirre o Rafael Simancas, Rafael Simancas o Esperanza Aguirre. ¿De qué estamos hablando? Es como si en vida de Franco se nos hubiese colocado en la tesitura de tener que posicionarnos sobre las escaramuzas por el poder que libraban la Falange y el Opus Dei. No es nuestra guerra. No permitamos, pues, que nos confundan. Que no nos embauquen. Que no nos líen. Que no desvíen nuestra atención de lo fundamental. Ya lo dice la canción. Cuando lucha el KGB contra la CIA, al final gana siempre la Policía. (Cádiz Rebelde)

-Río de Janeiro intenta sacar de las calles a miles de niños mendigos
Más de 1.100 policías y 500 cámaras vigilarán el barrio turístico de Copacabana (El País).

-La crisis del fútbol
Hacienda embarga los ingresos televisivos de ocho equipos de fútbol(5Días.com)

-850 mil empleados públicos brasileños realizarán una huelga por tiempo indeterminado
Lula enfrentará el 8 de julio el primer paro contra su gobierno(Rebelión).

-La Policía detiene a 23 personas que serán juzgadas el jueves
Encadenados para evitar el derribo de Itoitz(Rebelión)

-Los eurodìputados cobrarán más de 8.670 euros al mes y 3.620 en dietas
Los eurodiputados han aprobado un estatuto que aumenta sus sueldos, crea nuevas dietas y se dotan de una pensión, además de ventajas fiscales. Los parlamentarios cobrarán incluso por esperar un vuelo o la llegada de un tren.(r-evolución).

-Presos de Guantánamo, en celdas de 2,4 por 1,9 metros
Un grupo de 32 presos afganos y paquistaníes liberados en los últimos días tras haber permanecido confinados en la base estadounidense de Guantánamo ilegalmente detenidos aseguran haber vivido durante meses en celdas de 2,4 por 1,9 metros cubiertas por un techo de madera en algunos momentos y a la intemperie.(r-evolución).

-Reducir edificaciones en Madrid haría perder al BBVA mas de 1.500 millones euros
Los promotores de la ‘Operación Chamartín’ podrían perder una fortuna en caso de que el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid pasara a manos de la coalición PSOE-IU.(r-evolución).

Reflexiones dominicales.

El otro día estuvimos jugando un ratillo en El Retiro al fútbol unos amigos, entre ellos un par de miembros de esta redacción y de los fanzines amigos Psichokiller y Jo tía! Cuando volvíamos andando, despacito y a duras penas, que somos escombros de lo que fuimos, y pasábamos por las inmediaciones del parque alguno dijo lo que siempre alguno dice al pasar por ahí, “pues no me importaría vivir en una de estas calles no”, a lo que otro de nosotros le contestó lo que siempre uno contesta entonces, “toma claro, que listo”. Es una respuesta automática inevitable, es un barrio de veras bonito y bien situado, pero pensándolo más tarde siempre llego a la conclusión de que no sería el sitio que elegiría para mudarme. Señoras demasiado señoras y caballeros demasiado caballeros, “ladyes and gentleman”.

No se trata de un visceral odio de antagonismo de clase sino más bien de una cuestión estética que lleva a la mala leche. El exceso de arrodillamiento de los camareros y los caniches aristocráticos no pertenecen al universo en el que me encuentro a gusto. Demasiado pijo, más yuppie “tontogomina” de lo tolerable.

Tampoco se puede decir que mi barrio sea la trastienda de una librería comunista en la postguerra, pero allí se llega al paroxismo de la aristocracia y los negocios y eso satura mi mundo en calma. Y de verdad que es una cuestión de estilos, nada tiene que ver que la aviación tuviera orden de no bombardear el barrio en la Guerra Civil.

La Historia de El primer café.

Esta mañana Carmen Gurruchaga, la periodista de dulce gesto de miel, le ha dicho a Anasagasti aquello de “está ahí y no se puede discutir, la Historia es la Historia”. Hay una creencia generalizada acerca de que la Historia es un fresco monolítico e inalterable, una serie de libros sagrados que se escriben solos cargados de la infinita autoridad moral de la objetividad. Mira Carmen chata, mal que te pese la Historia no es el dogma de fe de don Menéndez Pelayo (como no lo es la historiografía de inspiración sabiniana claro), y tampoco es una acumulación de datos(que por cierto no aparecen ahí solos como muchos parecen creer). La Historia es interpretación sobre muy diversas fuentes, que no Documentación del pasado. Ya está bien de que cada cual se arroje para si la verdad absoluta con una mano sobre la biblia de la Historia conceptualmente del XIX (como mucho), que no quieran pontificar verdades sobre la mentira que es la “Arkadia feliz” de la objetividad. De hecho el análisis histórico serio y científico excluye la aseveración de la presentadora de “El primer café”, pero es muy evidenciadora del talante discursivo e ideológico de esta pandilla inquisitorial, “para que nos vamos a sentar a discutir si las cosas son como nosotros pensamos”, parecen decir.

La lealtad.

El tema del café y el croissant (¿se escribe así?) es hoy la cara de cornudo apaleado de Simancas. No hay duda que la política y la fidelidad son “aguaceitosas”.

No hay lealtad en esta política audiovisual y circense. La gente es leal a una marca de cigarrillos, a una casa de putas, a su liturgia mañanera, a los genes (aún negándose a veces), a la pajilla de buenas noches, a recuerdos felices inventados, a la nueva de Woody Allen cada año, a sus parejas a veces, a su conciencia de día, a sus ideas los menos, a las palabras ni en broma…

La gente es leal a un amigo de verdad por más que pasen los años, a unos principios, al poso de los sueños cuando aún no se habían agriado. Seamos optimistas con la gente por un día hombre.

Manipulación informativa sobre Venezuela.

Aún estamos con cara de abofeteados por las cosas de la política madrileña y por los efectos del calor. Mientras nos aclaramos del todo sobre lo ocurrido y hacemos una nota de realidad ficción al respecto(porque no sabremos que creer probablemente cuenten lo que cuenten las cabeceras nacionales) os dejamos con otra de medios. Un brillante artículo recogido de Rebelión.

Manipulación en TVE sobre Venezuela

La información como arte
Antonio Doctor
Rebelión

La información se está transformando aceleradamente en un arte: el arte de construir, con imágenes reales y una muy meticulosamente preparada exposición de lo que representan, la verdad en mentira. La verdad es el todo, dijo algún filósofo. La mentira es mostrar partes, ocultando el todo.

Estuve viendo con la máxima atención el «reportaje» que pasaron por TV-2 el domingo, 8, a las 22.55, titulado «Venezuela, por ahora», de la serie «En portada», y dirigido por Daniel Peral.

Empezamos por el titulo, rebuscado y bastante elocuente para los que estamos atentos a esa evolución que está sufriendo la información. El «por ahora» deja en suspenso el ánimo con relación a lo que «tiene que venir».

A los ojos de un observador distraído, que se guía más por la imagen que por lo que va desgranando el reportero, parece aceptablemente objetivo: Muestra los cerros que rodean Caracas, las barracas, la pobreza, y a partir de ella va construyendo con fotos antiguas la historia de un ejercito diferente de los de los otros países del área, un ejercito en el que se van infiltrando revolucionarios y donde las imágenes de los libertadores como Bolivar aparecen como la fuente de inspiración para construir la justicia social que los dos grandes partidos de la burguesía que se van relevando en el poder durante los últimos 40 años tienen relegada al olvido. En ciertos momentos el comentarista parece lamentarse, por la forma de inserirlo en la presentación, del hecho de que esa burguesía no vio nunca la necesidad de prestar mas atención a lo que se desarrollaba en el seno del ejercito, es decir (lo digo yo, no él) que no supo comprarla introduciéndola en el circuito de la corrupción y la buena vida, como si hicieron en Perú, Chile, Argentina, Brasil, Colombia, etc.

Esta historia viene a ser el eje central del reportaje. Después viene la figura de Chávez, fotos con Gadafi, abrazando a Castro y paseando por Bagdad con Sadam Hussein (esta lo mostraron dos veces, la segunda sin venir mucho a cuento. Nos cuenta entonces el ascenso de Chávez, como originado por unja preparación con tintes diabólicos, lo que le permite en un momento hacer la siguiente afirmación: «Se encarama al poder por medio de unas elecciones».

Detengámonos para examinar la intención de esa frase. Si se habla de Aznar, se dirá que ha sido elegido por mayoría, y con eso basta para legitimar sus actos, pero lo de Chávez (en el reportaje no dijo las veces ha revalidado esa mayoría) tiene otras características, se ha encaramado usando las elecciones, ha usado las elecciones con fines malvados. En un lado lo determinante es el voto, en el otro, lo determinante es la intención del candidato. Y las neuronas que flipen.

Aparecen las grandes manifestaciones de diciembre pasado, escenas de violencia y de transporte de victimas sangrando. Ni una palabra sobre los culpables, los francotiradores, que a estas alturas ya han sido identificados y procesados. El golpe que sufrió en abril del 2002 fracasó por la defección del militar de mayor graduación, que apareció en el reportaje unos instantes defendiendo la legalidad constitucional.

Después va alternando imágenes de gente del pueblo que pertenece a los círculos bolivarianos, que alfabetizan, asisten al pueblo, etc. con algún profesor y periodista de la oposición Una mujer y varios hombres que manotean exaltados defendiendo a Chávez.. La preparación es visible: De un lado el pueblo ignorante y fanatizado, sostén del gobierno, del otro los sesudos varones cultos y educados quejándose de la incompetencia de los líderes de la oposición.

Empiezo a impacientarme preguntándome cuando va a mostrar la situación social en la actualidad, los cambios reales, que es lo que mejor nos serviría para hacer un balance de resultados de la revolución bolivariana que Chávez encabeza. Espera al final, cuando se ha asentado en la mente del espectador el mensaje principal que se ha querido enviar con todo lo anterior, para en menos de 15 segundos despachar la situación social: La miseria ha crecido, el paro también el PIB ha caído y se espera que caiga más este año y a correr.

Resumiendo: Un caudillo con vocación de dictador, amigo nada menos que de Gadafi, Sadam y Castro, que se ha encaramado al poder, un pueblo ignorante y analfabeto que le sigue, una clase dominante que no supo encarrilar al ejercito, y como resultado, una situación degradada, una sociedad en agitación permanente a la que más tarde alguien tendrá que pacificar para retornar a la normalidad. Con este guión se construyó el reportaje. En perfecta correspondencia con el titulo: «Venezuela, por ahora». Y también en perfecta correspondencia con el mensaje que difunden por todo el mundo los oligarcas venezolanos desplazados del poder político.

Pero, como dijo aquel filósofo, «la verdad es el todo». He aquí lo que no interesaba para ese reportaje:

No fue un militar el que hizo retornar a Chávez, sino el pueblo llano, que descendió en masa de los cerros que rodean Caracas. Esto está más que documentado. Y si los militares se asustaron fue al ver las primeras medidas que tomó Carmona, que barrían de un plumazo todas las garantías constitucionales y lanzaban a la policía y al ejercito a detener a los gobernadores y alcaldes chavistas. Carmona, dirigente de la Organización de los empresarios, sale incólume del reportaje.

Durante la huelga, los directivos de la empresa petrolera sabotearon los equipos informáticos y causaron pérdidas multimillonarias, no solo por la paralización de la extracción y refino, sino por lo que costó volver a ponerlo todo en marcha.

Desde el fallido golpe de abril, hace ya 14 meses, los medios de comunicación han olvidado toda noción de ética y moral y trabajan contra Chávez, día y noche sin descanso, fabricando mentiras, insultando a diestro y siniestro e incitando a los militares a la rebelión.

Los empresarios, después del fracaso de su paro, continúan saboteando las redes de distribución de alimentos, a través del acaparamiento y la paralización de las importaciones de productos básicos.

Hay un sector de la clase media que se ha distanciado de esa oposición golpista y ha formado círculos llamados «Clase media en positivo», que colaboran en la tarea de profundizar la revolución, por medio de conferencias por todo el país en las que va saliendo a la luz todo el entramado de corrupción que domina la economía del país. Especial atención se le da a la empresa petrolera, la PDVSA, que con subcontratas y fundación de sociedades fantasma en el exterior se ha estado llevando a sus cuentas corrientes la mayor parte de las rentas del petróleo, dejando al estado empobrecido permanentemente, lo que el imposibilitaba para obras sociales e infraestructuras, aún en el supuesto de que algún gobernante quisiera lanzarse a esa tarea.

En estas condiciones, en una economía de mercado, como sigue siéndolo la venezolana, con los poderosos enfrentados al gobierno, las cifras de inflación, de paro, del PIB, etc. etc. no sirven para juzgar al gobierno, sino en todo caso, para juzgar a los que tienen en sus manos la capacidad de mover capitales de un lado para otro, de producir más o menos, de paralizar industrias y dejar los trabajadores en la calle, maniobra que vienen haciendo por todas partes en Venezuela en estos últimos meses y que ha sido también unos de los datos que se le han «olvidado» al malabarista creador del reportaje.

La receta está pues, meridianamente clara: Se escribe un guión a medida de las necesidades del que paga. A continuación se escogen de entre el material que se dispone las tomas de video y fotografías de sucesos reales mas convenientes al guión, todo esto se compone con las técnicas mas depuradas para determinar el lenguaje a usar, la correcta sucesión de las imágenes y la voz en off, de manera a envolver al espectador en la atmósfera que se quiere crear para dar verosimilitud a la historia. Un arte, sin duda alguna, con la diferencia de que si el pintor, el poeta o el músico nos meten declaradamente en el mundo de la fantasía y las imágenes virtuales, aquí el publicista (mal llamado periodista) utiliza esas artes para enmascarar el guión con el nombre de «información». Lo real de las imágenes se transforma en virtual al ponerlas en relación con el guión que las usa como soporte.

Lo triste no es que ese artista fascine con su obra maestra a los ricos y racistas de este país, sino que también habrá calado con ese mensaje de «orden alterado» a buena parte de nuestro pueblo sin fortuna, a los que quieren paz, paz y paz, paz a cualquier precio para trabajar al día las horas que haga falta, pagar sus deudas y embarcarse en otras, los que votaron a Aznar para conservarlas.

Sin ETA lucharíamos mejor.

Parte de la redacción de Eltránsito (yo) vuelve de desconectar un par de días del fuego mediático y se sumerge en él en el momento que ahora escribe. Acabo de encontrar este artículo de Santiago Alba Rico sobre el «tema vasco» o el «tema español», según quien lo nombre, y no me resisto a incluirlo en el libro que marca nuesro devenir transitero. Indispensable.

Sin ETA lucharíamos mejor
Santiago Alba Rico
Gara

El mismo día en que leo la ponderada, inteligente y hermosa carta que
Joseba Garmendia escribe desde la cárcel, me entero del atentado
mortal de ETA contra Joseba Pagazartundua. Joseba Garmendia lleva
nueve meses en prisión preventiva por haberse reunido y hablado y
soñado pacíficamente la independencia de su país y ha sido linchado
mediáticamente porque en su celda, en lugar de leer pornografía y
esconder porros bajo el colchón, estudiaba sin descanso y con tanto
aprovechamiento que incluso sacó unas oposiciones a profesor de
Universidad (un modelo, sin duda, para los otros presos bajo una
política penal diferente que, por eso mismo, nunca le hubiese
encarcelado). Joseba Pagazurtundua, por su parte, era policía
municipal y miembro de Basta Ya y no sabemos por qué lo ha asesinado
ETA. Los motivos por los que Joseba Garmendia (y decenas y decenas de
vascos y españoles al igual que él) está en la cárcel dicen mucho
acerca del Estado de Derecho y la Democracia en el estado español; la
perfecta gratuidad del asesinato de Joseba Pagazurtundua dice mucho
también acerca de ETA.

Se me escapa por completo, la verdad, en qué medida la muerte del
sargento de Andoain puede acercar un milímetro la consecución de una
Euskadi independiente y socialista, pero enseguida se ha revelado que
no ha sido completamente inútil. Pocos días después de que decenas de
actores y artistas quebrasen la semi-clandestinidad de las voces
antibelicistas; después de que el gobierno y los medios de
comunicación tratasen de vincular la ceremonia de los Goya a
insidiosas maniobras «batasuneras» a través de la Asociación de
Intelectuales Anti-imperialistas (de la que soy miembro) y de uno de
sus fundadores, Carlo Frabetti, colaborador como yo de este
periódico; mientras Aznar y Victoria Prego nos explican que el apoyo
del PP al linchamiento de Irak es inexcusable como contrapartida a la
colaboración de los EEUU en la lucha contra ETA y pocos días antes de
una multitudinaria, descomunal (esperemos) manifestación contra la
guerra imperialista, el asesinato de Joseba Pagazartundua da un
vuelco a la situación y un respiro al gobierno del PP, que puede así
intimidar y criminalizar de nuevo a sus oponentes. De momento, los
mismos actores y artistas que gritaron hace unos días «no a la
guerra» y que fueron acusados de falta de beligerancia frente
al «terrorismo», no han tenido más remedio que expiar sus culpas
abarrotando un teatro para gritar «fuera ETA». Si me dejara llevar
por mi inclinación infantil a las «teorías conspiratorias» y no
supiera muy bien a estas alturas que ETA puede hacer disparates sin
ayuda, pensaría que ETA está dirigida por Rajoy e infiltrada por la
propia CIA. (Y, dicho sea de paso, ahora que Savater ha visto
satisfecha su exigencia de un mayor compromiso de los actores y
artistas en «nuestra guerra de casa», espero verlo en la
manifestación del día 15 contra la Gran Guerra de todos, aunque ésta
le parezca por comparación irrelevante).

Si el Estado español fuese una democracia y ETA una mafia, el Estado
español podría permitirse perfectamente las cinco víctimas mortales
de ETA del 2002, como se permite los centenares de robos a mano
armada o los crímenes de los traficantes de drogas. Si el Estado
español fuese realmente una democracia, Joseba Garmendia no estaría
en prisión. Si ETA fuese una mafia, el PP no ilegalizaría partidos
políticos contra ella (sino que, como la democracia cristiana hizo en
Italia, la incorporaría a su propio partido). Es absurdo pretender
que en un país en el que en cinco años han muerto 3.600 personas en
pateras, en el que en doce meses más de 1000 trabadores han fallecido
en accidentes de trabajo resultado de la nueva legislación laboral y
en el que en los últimos cuarenta días doce mujeres han sido
asesinadas por sus novios o sus maridos (por no hablar de las 5000
víctimas mortales de los accidentes de tráfico que lubrifican las
ventas de la industria automovilística, en la más siniestra forma
de «obsolescencia programada» que quepa imaginar), los atentados de
ETA constituyen el problema de España (salvo que hablemos, claro
está, de una España eterna y metafísica, una patria trascendente
amenazada en su unidad, y no de una estructura constitucional). El
problema fundamental de España empieza a ser, más bien, las medidas
que se toman contra ETA, que desbordan desde hace tiempo el propio
marco constitucional y se extiende a todo el arco difuso de la
disidencia de izquierdas. Pero ETA, en cualquier caso, es un
problema. Es un problema, desde luego, para sus víctimas. Pero es un
problema también -dígamoslo de una vez- para la izquierda, no sólo
del Estado español, sino fundamentalmente para la izquierda
independentista vasca. Esta es la paradoja más extraña y sombría de
este interminable conflicto: a casi todo el mundo conviene la
existencia de ETA, salvo a Batasuna. El PP y el PSOE obtienen de ella
una permanente renta electoral y una extraordinaria cobertura de
legitimidad en el proceso de desmantelamiento del Estado de bienestar
y de las libertades democráticas inseparable del nuevo marco de
gestión del capitalismo planetario; el PNV reproduce gracias a ella
su interesado movimiento de péndulo sin llegar a romper jamás el
marco estatutario contra el que se afirma electoralmente. Sólo a la
izquierda abertzale no le sirve de nada. Y curiosamente, la única
fuerza a la que no sirve de nada, la única fuerza para la que sería
realmente un alivio un alto el fuego o una tregua de ETA es la única
todavía dispuesta a justificar sus acciones.

He oído a alguien justificar la ruptura de la tregua de ETA del 99
como una forma de evitar la desmovilización de los militantes
abertzales, que se habrían «relajado» durante esos meses. Digamos que
esta estrategia es algo así como la imagen especular de la del
gobierno, que indujo por todos los medios -propagandísticos y
policiales- a la ruptura por los mismos motivos. Digamos, además, que
hay algo monstruosamente instrumental, casi diría que
embrionalmente «imperialista», en esta política de cascanueces en
virtud de la cual se mata a civiles inocentes para mantener la
presión sobre los propios partidarios, condenados así a la cárcel y
la tortura. Pero digamos, sobre todo, que no sirve para nada; que es –
aún más- completamente contraproducente: tal y como demuestra la
prolongación agónica del conflicto y el propio debilitamiento del
apoyo en Euskadi a sus acciones, se limita a hacer girar en una
rueda, en permanente tensión, al mismo número de militantes con una
cada vez menor cuota de legitimidad. ¿Es de esto de lo que se trata?
Durante treinta años, la izquierda abertzale ha conseguido crear un
modelo sin equivalente en Europa de organización política,
extendiendo formas de lucha y resistencia a todos los niveles del
tejido social mientras en el resto del Estado la izquierda se
sumergía en la sombra, la traición y la esterilidad; y afilando con
enorme trabajo e inteligencia una conciencia al mismo tiempo
independentista e internacionalista que cristalizaba tanto en los
barrios de Donostia como en Irak, Chiapas y Venezuela. Todo eso ni
debería dilapidarlo la izquierda abertzale ni deberíamos ignorarlo en
el resto del Estado. La parte que haya tenido ETA -otra ETA en otro
tiempo- en la creación de este capital organizativo, que se la
reconozcan cuanto quieran en Batasuna. Pero que se den cuenta también
de que hoy ETA está a punto de echar por tierra todo ese trabajo, más
necesario que nunca.

Todos nosotros, en Euskadi y en el resto del Estado, tenemos que ser
más y tener razón. Y para eso ETA tiene que dejar de matar.

Que no se preocupen los que temen un «relajamiento». Tal y como están
las cosas, no se necesitan los crímenes de ETA para obligar al Estado
a «estimularnos». Sin ETA Joseba Garmendia también estaría en la
cárcel y también seguiría luchando desde allí.

La tenaza de la represión y la propaganda está a punto de
estrecharnos a todos entre sus uñas de acero, en el seno de
esta «guerra mundial contra el terrorismo» en la que la independencia
de Euskadi sólo puede alcanzarse al mismo tiempo que la de Venezuela
y la de Irak; al mismo tiempo que la democratización de España. No
hace falta ETA para que todos tengamos motivos para rebelarnos contra
la opresión y esto lo sabe muy bien el gobierno, que quiere a ETA
para justificar la opresión. ETA hace falta a todos, menos a las
izquierdas de uno y otro lado. Sin ETA, el PP y el PSOE se revelarían
a la luz del día como obstáculos para la democracia y el socialismo
en España y en Euskadi y el PNV como una escollo-pantalla en el
camino de la autodeterminación. Seríamos más y tendríamos razón. El
pueblo vasco quizás sólo necesita eso para que la mayoría
soberanista -y de izquierdas- venza por fin; el pueblo español
necesita eso para poder volver a ser de izquierdas, al margen de los
partidos que lo maniataron y lo vendieron tras el franquismo. Con más
gente y más legitimidad, al margen de las estrategias convergentes
del PP-PSOE y de ETA, con todo el admirable trabajo acumulado durante
tres décadas y frente al «fascismo democrático» que ya penetra por
los intersticios, se puede abrir quizás una nueva ruta de lucha y de
esperanza. Cuando seamos más y tengamos más razón, incluso el PNV –
llave, querámoslo o no, de todo desenlace- no tendrá más remedio que
dejar a un lado la ambigüedad si no quiere desaparecer. Y cuando esto
ocurra, estoy seguro de que decenas de internacionalistas españoles
acudirán a Euskadi a defender su derecho a la autodeterminación, como
hacen hoy en Irak, pero con la tranquilidad añadida de que nadie
pueda acusarles de estar apoyando a un dictador. ¡Gora Euskadi
independiente y socialista! ¡ETA Kampora!

Miles de gentes.

Hemos podido leer estos días que un puticlub de Nevada ofrece unas jornadas de sexo gratis a los muchachos que han vuelto de hacer la guerra de tierras mesopotámicas. Desde luego la guerra no ha terminado ni tragicamente en serio ni en lo pateticamente cómico. Patriotismo valleinclanesco. Allen Ginsber hace muchos años: «Después del gran desfile».

Millones de gentes, ovaciones y banderas de alegría en Manhattan

Ayer, hoy martes han vuelto a sus trabajos y su artritis

Qué les hizo desear tanta pasión final, tanto deleite en común

¿Volverán a vivir otra vez estas horas de arrebato y confeti?

¿Han olvidado que los Corredores de la Muerte dieron esta victoria?

¿Acaso otras 200 mil muertes en un desierto del fin del mundo provocarán

su júbilo?

Allen Ginsberg.

Verano.

Llegadas las noches de recalentamiento asfáltico, poco después de saltar las brasas de San Juan, las neuronas cogen las maletas en la actualidad diaria y se van a Benidorm (¿o quizás las desahuciaron hace tiempo?). Los sustitutos en prácticas de los telediarios ya sólo nos hablan de incendios, accidentes, del día más caluroso del siglo y a lo sumo del alijo más grande jamás incautado. Uno se plantea si se para el mundo, si los torturadores de Guantánamo se despiden de colegueo de los presos y todos se van a ver a sus familias; de si los especuladores inmoviliarios dejan su actividad usurera; de si en el Congo los dos bandos abandonan las armas y se juegan unos bolos futboleros de verano…

Nuestra propuesta de hoy no es tirarse a la trinchera, que hace mucho calor ahí abajo, sino al menos dedicar algún pensamiento diario a reubicarnos en el mundo, y luego dedicarnos a los amores de verano y a la sangría los que no estéis en el tajo, que os lo merecéis.

El problema Ibarretxe.

Colgamos ahora un artículo del prestigioso Catedrático de Derecho Constitucional Javier Pérez Royo
publicado hace unos días en El Pais que viene muy a cuento de lo que esta misma tarde ha sucedido en el Parlamento Vasco,

«El problema de Ibarretxe».

Juan María Atutxa ha hecho saber que, antes que dar cumplimiento a la
decisión del Tribunal Supremo sobre la disolución del Grupo Parlamentario
Sozializta Abertzleak (SA), estaría dispuesto a presentar su dimisión como
presidente del Parlamento vasco. No creo que nadie tenga la menor duda de
que el presidente nacionalista vasco hará honor a su palabra.
El problema es que esa dimisión no resuelve nada. En el caso de que se
produjera, tendría que procederse a la elección de un nuevo presidente, que
sería otro parlamentario del PNV-EA que se comportaría en esta materia
exactamente igual que Atutxa.
Ningún presidente del Parlamento vasco con un mínimo de dignidad personal y
de respeto por la institución que preside podrá dar cumplimiento a la
decisión del Tribunal Supremo. Y no podrá dárselo porque el auto del
Tribunal Supremo es un atropello, carente de fundamentación jurídica
alguna. El auto no menciona ni un solo precepto de la Constitución, del
Estatuto de Autonomía o de alguna ley en el que fundamente su decisión de
extender la disolución de Batasuna al Grupo Parlamentario SA. Y no lo
menciona porque no hay en todo el ordenamiento jurídico español ni un solo
precepto en que dicha decisión se pueda fundamentar. Los únicos preceptos
que existen en todo el ordenamiento jurídico español en los que hay un
punto de vinculación entre el partido y el grupo parlamentario son los
artículos 2 y 9 de la LO 3/1987, de financiación de los partidos políticos,
que disponen que las subvenciones a los grupos parlamentarios, en los
términos establecidos por la normativa parlamentaria, constituyen recursos
del partido (art. 2), de lo que se deriva la obligación de que consten en
la contabilidad partidista (art. 9). Y dichos preceptos, una vez disuelto
el partido, el que sea, dejan de ser de aplicación.
Siendo esto así, y no conozco a nadie con conocimientos de derecho
constitucional en general y parlamentario en particular que opine de manera
distinta, es evidente que cualquier presidente del Parlamento vasco no
podrá tomar la decisión de ejecutar el auto del Tribunal Supremo,
contraviniendo el Estatuto de Autonomía y el Reglamento de la Cámara, que
es el fundamento de su propia autoridad. Hacer lo contrario no sólo
supondría faltarse el respeto a sí mismo personalmente, sino que supondría
además aceptar el atropello de la institución. Antes que eso, el presidente
tiene dos opciones: o dimitir o comunicar al Tribunal Supremo que no puede
dar ejecución a lo que se le ordena, y enfrentarse al procesamiento
correspondiente. La única opción que no tiene, ni personal ni
políticamente, es ejecutar el auto del Tribunal Supremo.
Tal como están las cosas es más que probable que el problema deje de ser
del presidente del Parlamento para pasar a ser un problema del lehendakari.
Tal vez la única solución que se le pueda acabar encontrando a este
enfrentamiento, que nunca se habría producido si el Tribunal Supremo se
hubiera mantenido dentro de los límites de su función jurisdiccional, sea
la disolución anticipada del Parlamento y la convocatoria de nuevas
elecciones. Políticamente no es nada aconsejable que se celebren elecciones
cuando ha transcurrido tan poco tiempo desde las últimas, pero es posible

La izquierda.

Nos hablan del ocaso de las ideologías aquellos que cambiaron las cacerías por el paddle, los gestores de la practicidad, porque lo práctico hoy es lo que algún día llamamos «capitalismo salvaje». Un paisaje único pensado unicamente.

Sabemos que estamos a la izquierda de algo pero poco más. Hay muchas izquierdas, se trata más bien de una cuestión emotiva. Crecimos escuchando unos grupos, admirando la grandeza de ideales evidentes que luego nos trataron de complicar, nos emocionamos con historias en las que el de abajo era de alguna manera el héroe, y descubrimos al fin que en la vida real los de abajo tienen la mirada seca. Está la izquierda que huele a mojito en caseta de fiestas de barrio; la izquierda sofisticada que nos mira por encima del hombro; la izquierda curtida en polígonos industriales con su lenguaje de rancio abolengo marxista; la izquierda que vota verde; la izquierda que no vota…

Hoy más que nunca es necesario ser radical y solidarizarse con la rabia de los otros, revolverse para liberarse de la maya de cadenas, compartir exabuptos de bar contra los poderosos, apretar fuerte los dientes y las entrañas contra las injusticias. Hablamos de solidaridad, libertad, igualdad, justicia…Vaya, quizá no sea sólo una categoría emotiva.